miércoles, 24 de agosto de 2016

"Somos polvo y nada,  todo cuanto hacemos no es más que viento" dice una de las tablillas de barro cocinada con fuego en tiempo de las primeras palabras.  Puede que haya quien Piense así tanto tiempo después,  pero yo creo que somos las palabras que callamos,  las que decimos y las que pensamos.   Somos las palabras que no encontramos para contar lo fuerte que es el amor o lo profundo que es la tristeza. Somos las palabras mudas que se nos pierden cuando nos invade el miedo, Y las palabras danzantes que se nos caen en la felicidad. Y son esas palabras las que hacen viento que sólo mueve hojas,  o viento que forma tormentas y tornados. Viento que revoluciona,  que baila y se adueña de barriletes y sueños.
Una palabra es un ladrillo,  que falta y hace débil o que construye y fortalece.

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