jueves, 31 de mayo de 2018

Ya sea Sentado en el Escorial de quito espantando palomas entre sonrisas, ahí en lo alto, donde el bien vence al mal a orillas de mar de un fuegitos, o caminando por las adoquinadas calles de la ronda, la felicidad lentificia los momentos que nacen de esta amistad que se avasalla sobre los sueños de estos días de verano... 
Olivia se acolumpiaba en la plaza y reia,  Y mientras más alto iba más reía. Aveces hasta cerraba los ojos al hacerlo.
Santi, su hermano más chico que estaba ahí y la miraba, no entendia. Es que a el le aterraban los columpios.
 -De que te reis, si es feo- le cuestionó el.
 -Al principio- dijo ella mientras se bajaba- pero cuando le perdes el miedo es cuando más cosquillas hace-