Le gustaba el café de filtro, frió y sin azúcar. creo que con eso bastara.
El, era un enamorado de los dientes de león.
Ahora entienden por que uno y uno no siempre es dos? Y es que juntos eran diáfanos y espontáneos, eran el azul y el verde, el violeta y el naranja también, el viento, el sol y mucho mas...pero el tiempo y el azar hicieron su labor.
Pero claro! por soñadores como ellos jamas serán vencidas las utopías.
Estos problemas son de otra altura, habría que llevarlos cerca del mar.
Cuando se volvieron a encontrar, ella le dio un beso, frío de lluvia, en la mejilla y le dijo q se alegraba de volverlo a ver.
1 comentario:
Claro, si los silencios con miradas complices dicen mucho mas que las palabras de las extensas explicaciónes.
^^
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