miércoles, 29 de febrero de 2012

Dia 147

La televisión llega a millones de personas, pero al alma de pocas. La medicina llega a menos personas, pero tiene el potencial de cambiarles las vida.  
Lisa Sanders ( 24 de julio de 1956) asesora médica de la serie Dr. House, columnista médica del New York Times y ex responsable del Primary Care Internal Medicine Residency Program en la YALE School of Medicine

¡Las últimas semanas hemos estado recorriendo de punta a punta todo Perú! Wow, que  país fascinante, una diversidad de paisajes e historias escondidas que sorprenden. 
Todavía cargábamos con la paz que traíamos del Machu Picchu. Es algo maravillosamente hermoso, y misterioso. Es algo de lo que no hay imaginación posible para describir y sentir. Simplemente hay que estar ahí, a 2500 metros sobre el mar y viendo esa increíble y romántica ciudad. Antes del volver, entre las piedras de uno de sus muros, deje escondido un papel con la frase "Tu misterio es más interesante que mi imaginación".

Ayer decidimos parar unos días en Piura, al norte de Perú, porque Jazmín ha estado con fiebre, y a pesar de la insistencia de ella de seguir, le dije pararíamos algunos días hasta que se mejore.Después de dejar las cosas en la habitación, y a Jazmín descansando en la cama, baje a la recepción del Hostel  Los Cocos Inn, donde habíamos parado, y pregunte donde podía encontrar una farmacia cerca de ahí para comprar unos medicamentos.
-¿Que necesitas?-  Me dijo un hombre que estaba al lado mío en la recepción. (El acento argentino era inconfundible, y se notaba que era del interior)
-Algo para mí...- me quedé pensando unas milésimas de segundos
-...mi novia- Fue raro decirlo, nunca me había referido así a Jazmín
-¿Por qué? ¿Que le pasa? Tal vez yo tengo algo que darle, soy médico y llevo algunos medicamentos.- Me dijo, quien después se presentaría como Alejandro, un chico de 26 años de San Juan que estaba recorriendo América del Sur.
Le conté lo que pasaba con Jazmín y subimos. La revisó un poco, le tomo la temperatura, y le hizo unas preguntas. Le dio un par de pastillas y le dijo como tenía que tomarlas, y que eran para la fiebre y algo más que ahora no recuerdo. Charlamos los tres un rato, hasta que Jazmín se durmió, y decidimos ir al bar que estaba en la esquina a tomar algo y seguir charlando, mientras ella descansaba.
Una cerveza llevo a la otra y cada una traía un poco de historia de cada uno de nosotros, que compartíamos con el otro, hasta que la lengua se nos empezó a soltar, y sin pisar la borrachera, ya nos creíamos unos eruditos en filosofía y ciencias del estilo, y debatíamos una diversidad de temas de los que solo dos personas en un bar con varias cervezas encima cada uno pueden saber. Así llegamos a un tema del que todavía recuerdo, y el que realmente fue el de mayor controversia y del que hablamos con un desaliñado tono sobrio. Sería absurdo, y abundaría en suposiciones si les tratara de citar textualmente esa conversación, pero me gustaría comentarles cual fue la idea en general de la que hablamos. 
Dolor, dolor y sufrimiento, dos sentimientos tan opuestos como iguales. Dos afecciones dañinas de diferentes objetivos. Una es independiente de la otra, y sin embargo a veces conviven en el mismo tiempo. Cuando nos referimos al dolor, ¡es algo físico! Nos duele la cabeza, o nos duele la panza, o la pierna. Sentimos dolor cuando nuestro cuerpo es el que "sufre". Y por otro lado, hablamos de sufrimiento, cuando son los sentimentalismos los que se ven afectados, cuando nos hieren emocionalmente. Sufrimos, cuando nos "duele" el alma. Siendo así, los familiares de una persona con cáncer, padecen un sufrimiento terrible, pero no sienten dolor alguno. Una persona a la que le dicen que murió un amigo siente que le desgarran el alma, pero no sangra por ninguna parte, no siente dolor. Hay fracasos que realmente se sufren y tampoco duelen. En cambio, cuando una madre esta pariendo, siente dolor, pero no sufre, pues está dando a luz a su hijo. Un boxeador que gana el campeonato mundial, seguramente le duele todo el cuerpo, pero no sufre, por que ha cumplido su meta de ser el mejor del mundo. Hay muchos personas que sufren de una enfermedad que no tiene cura y es devastadora, que llegado un momento crítico, eligen rendirse para no sentir más dolor y estar en paz, y no sufren esa decisión.
Al día siguiente, recuerdo que me despertó Jazmín, y yo estaba tirado en el sillón, vestido, y con la camisa desprendida. Nos reímos un poco de la situación, desayunamos, y fuimos a buscar a Ale para recorrer algunos lugares de la ciudad. Nos consto despertarlo, se quejo todo el día de la resaca que tenia. Alquilamos un auto entre los tres y fuimos a conocer las playas de Mancora, que nos habían recomendado la gente del hostel, eran las típicas postales de playa con palmeras y el sol en ocaso. Y a la tardecita fuimos a ver las grandes ferias de artesanías de Catacaos y de Chulucanas. Típica posta del playa con palmeras y el sol en ocaso. Esa misma noche nos despedimos de Ale mientras comíamos chifles con cerveza, ya que el partiría la mañana siguiente hacia el este, adentrándose en el norte de Brasil.
Pasamos unos días mas en Piura con Jazmín, la mayoría del tiempo estábamos en la playa. Yo aproveche para comprar y leer un libro de un hombre en el que había estado pensando mucho últimamente, Mario Benedetti.


lunes, 20 de febrero de 2012

La voz de la montaña

Los bosques se desnutren,
los vientos empiezan a correr,
ya te dije que tu cabeza se pudre,
y en tus ideas algo siempre se puede romper.

La revolución de tus palabras
no es la evolución del alma;
pensamos y decimos crecer
pero no paramos de retroceder.

Los colores no se esconden de tus ojos,
son tus manos que los dejan solos.
Pintemos otra vez la tierra!
pero que esta vez, no se pierdan.

No dejemos que se olviden
lo lindo que es la naturaleza libre.
Crezcamos si así lo piden,
sin destruir todo es posible.