Notas de un vagabundo poco afortunado.

21 de julio de 1991, mi único aliado es el frío que se escabulle entre las ventanas rotas de la vieja fabrica…un frío duro, persistente y fiel!
Allá afuera la gente comienza a vivir una belle epoc un tanto desmenuzada.
No me creerían si les dijera que alguna vez fui el dueño de esta fabrica abandonada, un magnate hombre de negocios, pero mis vicios y yo lo perdimos todo…Ahora soy uno mas de la calle…Calles frías, oscuras y tristes donde las únicas cosas que se pueden encontrar son algunos tranzas en los callejones, putas en las esquinas y niños abandonados durmiendo contra las paredes descascaradas de alguna antigua fachada.
Impotencia desayuno todos los días sabiendo que lo tuve todo y entre líneas, cartas y etiquetas negras lo regale al mejor postor…un hombrecito rojo de sobretodo gris, ojos vacíos y una voz ronca e intimidante!
Mi almuerzo lo comparto con las lagrimas que me provocan las imágenes que pasan por mi cabeza, de mis hijos desplomándose sobre el diván con un balazo en la cabeza, mientras mi mujer y mi hija esperan el mismo final después de ser violadas delante de mis ojos…
Cuando la noche llega…mis ganas de vivir se las lleva algún perro callejero, mi amigo el frío, fiel como siempre me acompaña mientras sufro por no tener el valor de terminar la historia por haber apostado hasta mis agallas.