jueves, 1 de octubre de 2009
aveces la sombra falta
me despierto poco a poco, la cabeza se me parte en miles de pedazos, los ojos me arden y no recuerdo absolutamente nada de mis tres ultimas noches, o eso creo..
mis manos, me sangran; mi boca, reseca por cierto, pide agua; las heridas en mi cuerpo me anuncian el final de la historia..
las pastillas de lsd, y otras tantas de colores desparramadas por el suelo parecen haberme cuidado todo este tiempo. Se ven confiables pero no lo son, y si no miren como termine..
me levanto, todo se ve borroso, pero creo estar en un bosque..cerca debe haber un campo de amapolas y es que su perfume me envuelve en una nube de ensueño..y entre los arboles aparece, sonriendo, como siempre, irradiando ternura, amor y felicidad. Destruye todo a mi alrededor, el dolor se va y me entrega a la libertad. sus ojos de extraño color me cautivan, no puedo dejar de mirarlos, tal vez sea por mi obsesión con la mirada, pero no los puedo dejar ir..
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1 comentario:
"me despierto poco a poco, la cabeza se me parte en miles de pedazos, los ojos me arden y no recuerdo absolutamente nada de mis tres ultimas noches, o eso creo..
mis manos, me sangran; mi boca, reseca por cierto, pide agua; las heridas en mi cuerpo me anuncian el final de la historia.."
Yo me siento así constantemente,y no son los efectos de pastillas precisamente...A veces los finales hieren más que cualquier otro efecto secundario
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