una cama desecha, una ventana a medio abrir, dos copas y un vestido negro tirado en alguna parte.
destellos de luz entran por la ventana, se trenzan como si se conociecen de toda la vida, y poco a poco van recorriendo la habitación, pero manteniendo todo en penumbras.
mis manos descubren las no excentricidades de tu cuerpo, y se quedan atónitas, rodeadas de tanta perfección.
el amanecer se transforma en tus ojos, la luz se desarma y temerosamente ilumina su armonía.
2 comentarios:
Hermoso,perfecto cuadro...de repente me proyecté a esa habitación y los imaginé :)
Me encantó
Nice..
Muy genial.
Adhiero al comentario de Vir,
:)
Suerte!
Vii
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